Dadas las propiedades del CO2 como refrigerante, los sistemas de enfriamiento que utilizan esta sustancia natural son más pequeños. Esto reduce el espacio y los costos de instalación en cuartos de máquinas, debido a que utilizan diámetros de tubería menos grandes. Lo anterior redunda en un menor tiempo en el retorno de la inversión; además, pueden llegar a alcanzar y/o superar las eficiencias de los sistemas de frío tradicionales que operan con refrigerantes HFC, pero de una manera sustentable y amigable con el medioambiente