Sección: Columnistas

En la actualidad la Calidad Ambiental Interior (IEQ) del área de trabajo se ha vuelto cada vez más importante para dueños de edificios, ocupantes y empleados, debido a que las personas se encuentran en esos espacios interiores el 95% del tiempo, y el ambiente que los rodea tiene un efecto directo en su salud, confort y productividad.

El uso de los sistemas de enfriamiento evaporativo como torres de enfriamiento y condensadores evaporativos, debido a la Legionella hacen necesario un adecuado mantenimiento que permita compatibilizar las ventajas de estos sistemas con la seguridad de las personas que desarrollan su actividad en estas instalaciones.

Cuando se intenta desarrollar un edificio sostenible, la pregunta es ineludible: ¿Qué tan sostenible queremos que sea? La respuesta que demos a esa pregunta tendrá efectos en la arquitectura e ingenierías y, por supuesto, en el costo del proyecto que nos llevará a una nueva pregunta ¿Contra qué debemos comparar nuestro edificio para determinar que tan sostenible es?

La Salmuera a una temperatura típica (-9°C) se bombea a través de la tubería que pasa por el interior de una placa de concreto. Esta placa se encuentra entre la superficie que se usa para patinar y una capa de aislante. La salmuera mantiene la temperatura de la placa de concreto a menos de 0°C, a fin de que el agua arriba de la misma pueda congelarse.

Cada día aumenta el consumo de energía eléctrica en el mundo, sobre todo entre fábricas, escuelas, hospitales y hogares. De ésta, 79% proviene de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas natural. Desafortunadamente, la sobreexplotación de estos insumos contribuyen de forma importante en la emisión de dióxido de carbono (CO2), el cual, de no modificarse el patrón de consumo energético, observará un crecimiento constante anual de 1.8%

A principios del siglo XX los investigadores que trabajaban en el tema de transición del clima, utilizaban la expresión cambio climático para describir las variaciones pasadas, presentes o futuras, tanto naturales como inducidas por el hombre, a escalas global, regional y local.

Actualmente el desarrollo de una sociedad moderna exige una mejor aplicación de las bajas temperaturas para la conservación de productos perecederos a fin de satisfacer las necesidades alimentarias de una población en continuo crecimiento.