Sección: Contaminantes

En la actualidad la Calidad Ambiental Interior (IEQ) del área de trabajo se ha vuelto cada vez más importante para dueños de edificios, ocupantes y empleados, debido a que las personas se encuentran en esos espacios interiores el 95% del tiempo, y el ambiente que los rodea tiene un efecto directo en su salud, confort y productividad.

El uso de los sistemas de enfriamiento evaporativo como torres de enfriamiento y condensadores evaporativos, debido a la Legionella hacen necesario un adecuado mantenimiento que permita compatibilizar las ventajas de estos sistemas con la seguridad de las personas que desarrollan su actividad en estas instalaciones.

El rol y la responsabilidad de los ingenieros han evolucionado con la creciente demanda e importancia de poseer un aire limpio en las instalaciones. Por ello este artículo tiene la finalidad de orientarlo y ofrecer algunas sugerencias para conseguir la óptima purificación del aire.

Para iniciar, un muy breve antecedente: Como sabemos, el olor es la sensación que resulta por la reacción de una sustancia que se disuelve en la mucosidad de la nariz, la cual, en algunos casos, como el de un río contaminado o un tiradero de basura, es una mezcla muy compleja de gases, vapores, y partículas hola muy pequeñas (polvo, bacterias, etc.), que se puede percibir como muy desagradable para la mayoría de los seres humanos, o bien puede tratarse de un olor “sencillo” es decir fácil de identificar como el de una flor, que además puede resultar agradable para casi todos.

A principios del siglo XX los investigadores que trabajaban en el tema de transición del clima, utilizaban la expresión cambio climático para describir las variaciones pasadas, presentes o futuras, tanto naturales como inducidas por el hombre, a escalas global, regional y local.